Pasamos mucho tiempo pegados a la pantalla, recibiendo nueva información, y muy poco tiempo procesando e interpretando lo que ya sabemos, para evaluar, sintetizar conceptos, reflexionar y encontrar patrones de evolución.
Hacer preguntas con la curiosidad de un niño es muy importante para un director de hospital, que suele enfrentarse a problemas de naturaleza compleja.
Ante el aumento exponencial de la información necesaria y disponible, nos vemos obligados a focalizar, sintetizar y definir el peso de cada una de estas informaciones y su impacto en nuestros objetivos.
Por conveniencia, a menudo leemos pasivamente. Es decir, sin criticar y generar nuevas preguntas.
La Fuerza del ¿Por qué? (Why)
De todas las preguntas importantes, la fundamental para un líder o gerente es: ¿Por qué? (WHY). A nivel operativo la pregunta común es: ¿Cómo? (HOW). ¿Como se hace eso?
En el siguiente nivel superior, o de gestión, la pregunta sería: ¿Cuándo? (WHEN). ¿Cuándo tenemos que realizar esta tarea? Pero los niveles más altos de una organización deben cuestionar todo y preguntarse: ¿Por qué tenemos que hacer esto? ¿Por qué de esta manera?
Esta pregunta no solo sirve para mejorar nuestros procesos, sino para explicarnos mejor a los demás. Gran parte de nuestros argumentos y diferencias se deben a que tenemos diferentes principios o visiones. Si estamos en sintonía, es decir, si queremos lo mismo, será mucho más fácil consensuar las estrategias para conseguir el objetivo final.
Un buen consejo es llevar un cuaderno, o diario, con un lugar para guardar todas las preguntas a las que quieras encontrar respuestas.
La primera misión del líder es alinear los esfuerzos y metas de sus subordinados. Sentar las bases de nuestros objetivos finales es responder al ¿Por qué? Y explicar estas respuestas a nuestro grupo de gestión, discutir los principios, homogeneizar la mentalidad y luego debatir las estrategias del proceso para lograr los primeros objetivos, seguramente nos ahorrará muchos problemas.
No encontrará las respuestas a las preguntas clave en poco tiempo. Algunas respuestas necesitan años de maduración.
Para expresar visualmente estas ideas, piensa que tomas una hoja de papel en blanco y comienzas, a través de las preguntas, a dibujar algunos cuadrados en la hoja. Es similar a crear estructuras de búsqueda. En algún momento encontrarás alguna respuesta, y de esta forma se completará un cuadrado, luego otro, y así sucesivamente. Con una hoja de papel en blanco, nunca podrá generar las respuestas, ya que ni siquiera buscará.
Ejemplos de preguntas
- ¿Cómo me aseguro de darle a mi hijo una educación buena y diferenciada?
- ¿Cómo lo manejaría si tuviera que vivir con el 50% de mis ganancias?
- ¿Qué estilo de liderazgo tengo el 95% del tiempo y cuál me gustaría tener?
- ¿Cuándo voy a poner fin a un determinado tema que me molesta?
De hecho, poner límites de antemano en algunos temas de la vida es una buena práctica, porque en el momento del problema no tenemos la misma perspectiva y casi siempre resbalamos más allá de los límites de protección.
En resumen
Al aumentar nuestra curiosidad y registrar las preguntas para no perderlas, guiándonos a preguntar por qué, podemos alcanzar un mayor nivel de sabiduría.